El último de ellos

tumblr_pe46nvong21r118ra_540.jpg

Algunos de ellos se sincronizan con sus mujeres a lo largo de la gestación. Cuando ya son papás sus caderas se ensanchan como una sandía bajo el inclemente sol de agosto, sus tetas aumentan de tamaño en un guiño a la abundancia y se vuelven fértiles y mullidas. El pelo empieza a crecer por los lugares más insospechados. Su regazo se redondea y se prepara para resultar acogedor de un modo universal. Los andares se vuelven pausados y algo torpes, el culo empieza a pesar ahí atrás. Los muslos se rozan entre sí cuando hay prisa. El último de ellos llevaba una estelada tatuada de forma pedestre en el hombro derecho. Los colores apenas se distinguían pero él era un incendio con patas. Ser papá le hacía ir estresado todo el día. Antes de terminar me pidió que la sacara y que se lo diese en la boca. «Vull que vegis com me l’empasso», me dijo. Que en catalán significa «quiero que veas cómo me la trago»