

“Oro maldito” (Giulio Questi, 1967), también conocida como «Django Kill… If You Live, Shoot!», es un spaghetti western que con el paso de los años ha conseguido un merecido estatus de culto. Los seguidores de esta web saben de mi interés por esas masculinidades brutas que, de tan pasadas de vueltas, acaban cayendo de bruces en el terreno de lo queer. El caso de “Oro maldito” supone una buena muestra de cómo el western -en tanto género viril por antonomasia- irá incluyendo, permisividad de la época mediante, tramas y personajes que escaparán de los estrechos moldes heteronormativos. Sorrow, el villano más carismático de esta violenta historia, proyecta una espesa sombra de depravación sobre el pueblucho donde transcurre la acción. Venera el crimen y tiene a su servicio a su propio ejército de muchachos obedientes, una pandilla de cowboys gays enfundados en negro, a quienes ha educado en el arte del crimen, de la buena mesa y de la sensualidad.


En su estupendo libro “La pluma y el oeste: El fascinante viaje de la homosexualidad a través del Western”, su autor, Fernando Garín Jansa, nos habla de la posibilidad de que tan portentoso villano fuese inspirado por la figura del militar alemán Ernst Röhm, ministro nazi homosexual fundador de las S. A. ajusticiado en última instancia por su propio partido. Elucubraciones aparte, nos encontramos ante un ejemplo más de esa tendencia que consiste en atribuir comportamientos sexuales fuera de la norma a los villanos o asesinos de la función, algo que en el caso del western dialoga de manera perversa con la masculinidad canónica de sus héroes, prestándose a suculentas lecturas.


Por su malicioso magnetismo, Sorrow ha ingresado con todos los honores en la nómina de iconos indispensables para esta web. Interpretado de modo magistral por uno de esos imprescindibles secundarios de la era dorada de las coproducciones europeas, el actor aragonés Roberto Camardiel, Sorrow supone un capítulo fundamental dentro de esa masculinidad queer protobear que tanto nos gusta rastrear desde la noche oscura de los tiempos.



Si quieres saber más sobre lo marica en el salvaje oeste, no dudes en hacerte con tu ejemplar de “La pluma y el oeste” aquí.