A raíz de la entrada anterior, dedicada a la cuestión del Narcisismo bear, se ha ido evidenciando un tema de fondo que exige ser tratado, analizado y, sobre todo, debatido. Me refiero al malestar experimentado por muchos de aquellos que forman parte (de manera directa o indirecta) de la Comunidad Bear. Uno puede imaginar tal comunidad como un lugar donde la belleza de sus habitantes los osos y las relaciones que entre estos se establecen están marcadas por la armonía, la bondad y las mejores intenciones. Bien, pues no se engañen, tal cosa pertenece exclusivamente al campo de la fantasía. No importa el país, no importa el continente, a menudo los osos no nos entendemos entre nosotros y más que una fraternidad universal que articule esta comunidad global se perciben fisuras claras que nos hablan de división de opiniones y actitudes enfrentadas.
Colectivos de osos peleados con sus homólogos de otras ciudades, kdadas alternativas surgidas del enfado de unos cuantos, rencillas, celos y envidias en el contexto de la boyante escena bear, actitudes despreciativas y excluyentes por parte de bares emblemáticos, divismo mal asimilado por parte de unos cuantos, en fin, la lista de las señales que nos habla de tal malestar no para de crecer.
Acaso la efervescencia del propio movimiento bear se nos está yendo de las manos. Nos lo tenemos muy creído. Molamos un montón. Hemos creado una subcultura. Woof, woof, estamos aquí para quedarnos. Incluso uno puede hacerse rico a golpe de evento bear. Woof, woof.
Peligro.
Uno echa la vista atrás y, en efecto, hemos creado algo. Tenemos nuestras propias películas y series de TV, nuestros propios monólogos, nuestros propios cómics, nuestras propias novelas, nuestros propios documentales, nuestra propia jerga, nuestros propios resorts, nuestros propias fiestas y nuestra propia parafernalia y merchandising e incluso nuestras propias barberías. En fin, un cúmulo de cosas que nos distinguen de nuestros amigos y vecinos gays más generalistas y que, aunque presumidos, no poseen una subcultura tan joven y efervescente de la que enorgullecerse. A menudo uno oso está doblemente orgullOso. Por marica y por oso, naturalmente
Malestar.
Francamente, yo no sé muy bien de dónde proviene tal malestar. Me gustaría animar al debate desde aquí y aprender con vosotros, disfrutar de vuestras aportaciones. A ver si entre todos conseguimos llegar a algún sitio. En mi entrada anterior dedicada al Narcisismo bear hablaba del final de una etapa dentro de la reciente historiografía ursina y de una necesidad de reflexión y cambio posterior deseable. Se percibe como algo necesario. Así me lo demostró el generoso feedback originado por dicha entrada. Algo me llamó la atención. Los comentarios albergaban un claro desencanto con la evolución de la comunidad bear. Un enfado, una rabia apenas contenida, acaso a punto de explotar. Se condenaban actitudes excluyentes y el divismo de la escena (según me cuentan, el nivel de postureo en el mundo oso está alcanzando niveles nunca imaginados).
Exclusión.
Precisamente, el factor excluyente se hace notar con intensidad en el momento actual. Tradicionalmente se hablaba del movimiento bear como un submundo del colectivo gay que contaba con el singular (y sin duda atractivo) aliciente de no estar tan fundamentado en la importancia de la estética y de la imagen de cada uno. Presuntamente, los osos no somos tan esclavos de ningún estereotipo, somos libres de vestir y alcanzar el peso que deseemos. Si eres flaco puedes ser un cazador o un otter, si eres gordo eres un chubby, si eres fornido eres un muscle. En fin, presuntamente, se trata de un movimiento aglutinador, armonioso y de carácter francamente abierto.
Mentira.
Un lector de este blog me habló de este artículo, titulado meridianamente ‘¿Por qué finge la gente que la escena gay de osos no está tan basada en el aspecto físico como cualquier otra escena gay?’. El texto resulta demoledor y supone una llamada de atención (otra más) sobre la necesidad de reflexionar sobre los mismos presupuestos de la comunidad bear. La conclusión del mismo está contenida en su mismo enunciado: el mundo oso no solo se fija muy especialmente en el físico, sino que por momentos resulta excluyente. Como señala el autor del artículo, Rich Juzwiak, al fin y al cabo hablamos de un vasto grupo de gente, de todo un colectivo y, siguiendo sus palabras, “si la cultura bear fuera realmente tan abierta —hasta el punto de que no necesitara existir como tal—, simplemente sería una amorfa batalla campal en la que cabríamos todos”.
En fin, no quiero hacer un chiste malo, pero en algunos lugares del fabuloso mundo de los osos te pueden caer puñales por activa o por pasiva. Quiero pensar en un modelo válido para todos y que no resulte polémico, excluyente o antipático y que no perezca en manos de la mercantilización o del gusto por el lucro de unos pocos. A lo mejor es algo consustancial a toda subcultura, en cuyo caso deberemos aprender a lidiar con ello o a refugiarnos en nuestros hogares. Tiremos de bibliografía, ¿quién dijo que la evolución de toda subcultura es un camino de rosas?
Hola Bob. Yo pregunto lo siguiente: ¿es cierto que la comunidad bear posee y transmite el rasgo de ser amistosa y solidaria como suele leerse en las definiciones habituales?
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Hola José Luis, pues me temo que, a tenor de los numerosos testimonios y opiniones recabadas, los principios solidarios y acogedores del colectivo oso se han visto francamente erosionados en estos últimos años. Parece necesario volver a fijarse en los principios originales del movimiento y llevar a cabo un ejercicio de autocrítica y sobre todo de recibir un baño de humildad. Nos lo tenemos muy creído, según parece. El divismo campa a sus anchas. Un saludo.
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El canon de belleza más extendido es el del típico modelo anuncio dolce e gabanna. Ahora además se le añade rasgos más varoniles como vello corporal y barba. Es el mainstream actual.
A la gente q prefiera otros gustos, los hay, no sé q problema veis? Siempre hubo y habrá mezcla de estilos, hay interacción estética, musical, artística,,, yo pienso q así mejor.
Si ahora hay movimientos ortodoxos osunos/chubbies me parece genial, a mí no me pone de mala hostia, me encanta. Pienso q únicamente las ortodoxias son endogámicas, y las mezclas una evolución a una nueva creación q no sabemos.
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Tal vez no sea un sociólogo destacado, pero por mi experiencia, en México no es una comunidad, todo se basa en que tan «guapo» o si eres «osito bonito» eres, todo basado en apariencias, físicas como el estatus social que se tenga, el ingreso económico, si se tiene coche o no, un claro ejemplo es este concurso para elegir al «representante» de la comunidad en México, todos los años es el mismo teatro, se escoge en base a que tan guapo es, no si piensa o si mínimo tiene los valores de la comunidad a la que se supone que representara, se supone que los osos originales (suena a Transformers, pero así es esto) iniciaron el movimiento por que no eran afeminados y de verdad, yo he visto a candidatos para ese certamen y son extremadamente femeninos en su comportamiento, pero claro por que es guapo lo dejan pasar.
En mi ciudad, Morelia, cada año se celebra una fiesta de el club de osos de la ciudad, vienen «osos» de todas partes de México, y pues si es como muy decepcionante y decadente el asunto, todos se juntan con su bolita, buscando a las bearstars por excelencia, aunque en vivo los ven y son muy femeninos los alaban, deje de asistir a esas cosas por que alguien como yo no tiene ni la paciencia, ni las ganas de estar rodeado de este tipo de gente, aquí es mas apreciado el pseudo vaquero, el osito bonito que se viste a la moda, el supuesto leather que se sabe todas las canciones de Lady Gaga con todo y coreografía, el leñador que en su vida a levantado una hacha, y es claro el hecho que intentan demasiado parecer algo que realmente no son, son solo gay promedio gordo con delirios de grandeza, para ellos lo único que les importa es que les digan que son glamurosos, definitivamente un metalhead/geek como yo no tiene oportunidad en ese perfecto circulo.
En cuanto a la apariencia me permití hacer un experimento, tengo dos perfiles en dicha red social de osos, una cuando era gordo y otra reciente, con la foto reciente me llegan muchos comentarios de lo guapo que soy, de que buen cuerpo tengo, que quieren tener relaciones sexuales conmigo, y el perfil donde soy gordo ni un saludo, el experimento no se quedo en internet, acudí a una fiesta de piscina para «osos» y nadie se me acerco, siendo gordo, velludo, con barba y nadie se me acerco, ahora delgado, fui a una de las fiestas por el aniversario y varios se me acercaban y querian algo conmigo, definitivamente los de aqui no son osos, solo son gays mainstream pero gordos.
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Gracias por tu aportación Mr. Targaryen, se está creando un gran debate y estoy aprendiendo mucho con vuestras experiencias. A estas alturas la gran conclusión tiene que ver con esa actitud prepotente propia del divismo que se menciona en prácticamente todos los comentarios. Si es así, francamente, que en nosotros rebote y en su culo explote. Yo quiero pensar que eso no basta para acabar con algo tan importante como es el desarrollo de una subcultura, es preciso encontrar fórmulas para mantenerla viva y superar estas turbulencias.
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Yo es que cada vez me identifico con el OSO como ANIMAL, y no como subcultura gay. Dicen que soy oso por mi apariencia, pero me gustaría pensar que puedo ser un búho si me da la gana. En lo particular, yo no me siento a gusto en bares o quedadas osunas… Ni siquiera me gusta cuando catalogan mis monólogos como «bear» porque los hace un «bear»… Prefiero ser un perro verde, que una diva osuna con aires de beyoncé del Raval 😉
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No entiendo el punto de este articulo si hasta Bandera propia tienen los Osos y cuando buscas conocer gente en algún sitio existen dos comentarios el mio me gustan gorditos y de otros que ponen no gordos. Entonces la división siempre habrá.
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Hola Kevin, tampoco yo entiendo muy bien lo q intentas decir. Es verdad q el tema es complejo y se perciben actitudes de rechazo por todos los bandos (por parte de musculocas hacia los gorditos y por parte de algunos gorditos hacia cazadores delgados), es probable que la variedad de físicos y actitudes que comprende el propio colectivo de osos sea el origen de todo este malestar. En definitiva, somos egoístas y no acabamos de entendernos.
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Aviso para navegantes: Hace ya algunos años los gordos nos lo teníamos muy creído y todavía queda gente así. Esto puede ser una vuelta al divismo gordo 😛
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Pues ami me da coraje que ahora le haya dado a las canijas antigrasas flojas para afeitarse de que ellos son la comunidad oso y los gordos no, o que no hace falta ser gordo para ser oso. Pues lo siento pero los osos son gordos y es lo que hay. Es lo que fue y lo que siempre será porque precisamente el movimiento osos surgió para huir de esa gente precisamente que ahora va de osa y que no son mas que fashion victims siguiendo modas para ser lo mas cool del barrio.. Pues que se vuelven a su barrio.
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Si es tal como dices, Ivan, son buenas noticias, tales comportamientos excluyentes poseerán el alcance de una moda pasajera, poco o ninguno. Lo apuntaba alguien, la nueva etapa de la subcultura bear pasa por reafirmarse en los presupuestos de sus inicios, y a partir de ahí ya se verá.
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Yo creo que al final van a tener que crearse dos grupos otra vez… Otra comunidad bear pero esta vez comunidad gordos… Aunque ya las hay, no estan de moda. Yo desde luego que si monto un día una fiesta sera de gordos, no creo que la llame de osos a menos que sea de osos gordos… Porque al final es como en la foto que ponías en el otro articulo. Menos osos hay de to, es un cajón de sastre… Y si te gustan los osos es un poco decepcionante e incluso insultante como que empaña el nombre de la comunidad haciendo ver que ahí van las sobras de la sociedad cuando simplemente son otro estereotipo igualmente valido, no sobras de nadie, ni nada inferior… Para mi no son sobras sino el primer plato de lujo, cuando hay alguno porque la mayoria se odian por estos motivos y estan a dieta, claro…
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Por dios, sí, reivindiquemos el componente ‘chub’, Iván, estoy contigo, es justo y necesario…
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Antes hubiese dicho.. osos al poder! pero al parecer ahora hay que ser mas claro.. gordos al poder! hehehehehe
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Que miedo la gente que se identifica como gordo o como osos en los comentarios xDDD
¡Los osos no tienen tampoco 20 años! xDDDD ¡ni 80 kilos! Yo tengo 35 años y 80kg y NO soy oso!! Y jamas lo seré porque no soy velludo!!! xDDDD
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