Algún día propondré un canon de mis actores oso favoritos, de momento voy tropezando con cosas curiosas como este tumblr dedicado al orondo Charles Durning, uno de esos secundarios con pedigrí que reclamaron mi atención desde temprana edad. Siempre resulta divertido —y en cierto modo reconfortante— descubrir este tipo de cosas, es decir, pensar que no estás solo en el universo.
Quizá en un pequeño pueblecito de Utah alguien dedica los ratos sueltos a elaborar un generoso archivo de imágenes sobre un memorable actor de reparto a quien el paso del tiempo se está empeñando en diluir en la nada. Charles Durning arrancó su carrera como actor de teatro para dar muy pronto el salto al cine. Su físico rotundo le servía lo mismo para interpretar papeles de rudo agente de policía como de divertido contrapunto en comedias de corte familiar. Sus ojos gris ceniza le proporcionaban a uno la sensación de poder sumergirse en su atractiva placidez, su aplomo y buen hacer estaban fuera de toda duda. Celebro que pese a habernos dejado hace ya unos años, su recuerdo permanezca. Bienvenido sea este tumblr pese a sus cutrones fotomontajes eróticos. En serio, ¡no hacían falta!
PD: Me encantó cómo está escrito este post, por cierto. Nada le sobra y nada le falta; describe muy bien a Charles Durning. Ha sido un placer leerlo. 😉
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Así da gusto! Un abrazote de cazador a cazadora 🙂
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Bueno, bueno… Aquí tenemos un hermoso ejemplar. He disfrutado mucho de su presencia en peliculones de los hermanos Coen, como pueden ser O´Brother (Papy O´Daniel es un cínico y un personaje de carácter insoportable, pero como sarna con gusto no pica, tiene muchísimo sex-appeal), o mi preferida (ATENCIÓN, vienen spoilers): The Hudsucker Proxy, en la que solamente lo vemos aparecer dos veces, pero son escenas inolvidables, envueltas en un surrealismo donde todo encaja, y donde las tramas se mantienen en el hilo entre el drama y el humor negro. En esta última película, habré visto algo así como doscientas veces las escenas en las que aparece Mr. Hudsucker, impecablemente vestido… y no puedo evitar que la ternura me recorra de punta a punta, y si estoy en uno de esos días en que las hormonas te recorren como lobos hambrientos, siento una especie de volcán a punto de estallar dentro de mi pantalón. No soy de las que se vuelve loca por un Brad Pitt, sino que en cuanto veo algún gordito dulce, entradito en años (muchas veces, lo suficiente para ser mi abuelo), risueño, tierno, sabio de algún modo, aunque con algún toque de cinismo, grosería o humor negro, siempre me quedo enganchada… Nunca falla. He tenido obsesiones duraderas, y lamento saber más acerca de Durning cuando ya no está vivo, ahora que de verdad puede estar revoloteando sobre el skyline de Nueva York, entonando con aquella voz nasal y clara (supongo que el acento neoyorkino tiene esas cosas) ese estribillo «when she´s coming ´round the mountain, when she comes..».
En fin, supongo que con todo esto quisiera decir que yo también me alegro de saber que no estoy sola, que la belleza y su apreciación, son cuestiones demasiado subjetivas…y porque, en cuanto algo te vuelve loc@, aunque sea unos segundos de tu vida, es gratificante compartir ese estímulo, que te recorre de punta a punta… enamorarse o desear a un hombre es, desde mi experiencia, un placer comparable a comer chocolate o a imaginarse que la presencia de esa persona acaricia tu corazón, y te sientes como si las yemas de sus dedos recorrieran tu espalda, inundándote de dulzura…
Querido Charles Durning, de momento has conseguido que pensándote, desee tener cerca a mi chico… quien se parece a todos los hombres por los que he sentido esa punta de ternura y deseo. Los amo a todos y sospecho que ésa es la clave de la (mi) felicidad. Gracias por haber existido y haber dejado constancia de tu paso por este mundo.
Un saludo muy grande a todo el que lea el comentario, es un placer ser el bicho raro que soy.
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Querida amiga, tu comentario me ha alegrado el día. Charles Durning fue un gran actor y despertó la admiración de muchos y de muchas. Siempre es un placer encontrarse con gente que encuentra belleza en los lugares que están desterrados de la dictadura estética mayoritaria. Al igual que a ti, a Bob Flesh le gustan los hombres gorditos y créeme si te digo que cada vez somos menos bichos raros 🙂
Un fuerte abrazo del viejo Bob!
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Muchas gracias, querido Bob Flesh! Caperucita siempre se mantiene en guardia para cazar «piezas» tan suculentas como ésta. Sé que es un modo muy carnal y muy gráfico de hablar, pero no está exento de la belleza subliminal del erotismo que le sobra (literalmente, jajaja) a nuestro hombre.
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