El pasado sábado 18 de enero nos dejó Mack, uno de los mayores iconos de los inicios de la comunidad Bear. La noticia fue difundida a través de Facebook por su pareja, Rob. Habituado a compartir su particular estrellato con Jack Radcliffe, otro coloso de aquella época, el bueno de Mack alimentó los sueños húmedos de toda una generación a través de sus portadas en revistas, sesiones de fotos y vídeos. Sus marcas de identidad, a saber, gruesos cigarros en los labios, prendas vaqueras, camisas de cuadros abiertas —dejando ver su hirsuto pecho y sus contundentes pezones—, alimentaron la estética de una protomasculidad de la que se apropió la causa Bear. A modo de homenaje, recuperamos unas fotografías realizadas por el artista Chris Komater en el año 2002 donde aparece en todo su esplendor. Desde aquí solo nos resta desearte un buen viaje, Mack.









